domingo, 23 de enero de 2011

PARÍS BIEN VALE UNA MISA...

El 24 de agosto de 1944, mientras el jefe francés de la 9ª Compañía de la 2ª División Blindada, Raymond Dronne, exigía al General Dietrich von Choltitz la rendición, los parisinos que salían a la calle cantando la Marsellesa,se sorprendían al descubrir que sus liberadores, aquellos que habían acabado con la última resistencia alemana, eran españoles.
Dos día después, cuando el General Charles De Gaulle desfilaba en París celebrando la liberación de la ciudad del dominio alemán, era escoltado por la 9ª Compañía, la División Leclerc, también conocida como "la española" ya que prácticamente todos sus miembros compartían esa nacionalidad. En los costados de las tanquetas, se podían leer nombres como "Brunete", "Teruel", "Guernica" o "Don Quinchotte", y pintada en su blindaje se podía ver la misma bandera que ondeaban orgullosos los soldados que iban en ellas, la de la Segunda República Española. Todos sus integrantes habían luchado en Túnez, Egipto o Libia, y tras esperar en Inglaterra, entraron en Francia por Normandía. Se enfrentaron a la "Wehrmacht" en Rennes y Le Mans, pero no dieron verdadera muestra de su pericia hasta hacerlo en Eccouché donde capturaron a 130 prisioneros alemanes, pero a punto estuvieron de no llegar a sentir el calor de los parisinos al ser liberados, ya que tuvieron que resistir durante tres días el ataque de cinco divisiones alemanas, hasta que, el General Montgomery, al mando del II ejército británico pudo prestarles su apoyo. En Eccouché, ya que muchos de sus miembros, antiguos anticlericales, se habían convertido al catolicismo, celebraron una misa por los caídos en esos días.
Después de liberar la capital de Francia, la guerra, que aún tardaría casi un año en llegar a su fín, les permitió capturar a 300 soldados alemanes más en Andelot y participar en la "controvertida" toma del mismísimo "Nido de Águilas" del Führer, donde seguro que alguno de los supervivientes al crudo invierno alemán, pudo brindar con el vino de Hitler por la Tercera República.
"La novena" es un ejemplo de la participación menos conocida de los españoles en la Segunda Guerra Mundial, ya que el protagonismo suele ser monopolio de la "División Azul".
Con el pretexto de que España no luchaba contra los aliados en la guerra, pero sí contra el comunismo, Francisco Franco, creó una división de voluntarios, al iniciarse la invasión alemana de la URSS, con el propósito de que, quienes lo desearan, ayudaran a frenar a la amenaza roja. Un total de 18000 voluntarios, que el 20 de Agosto de 1941, juraron lealtad a Hitler, para luchar contra el comunismo, y fueron enviados al frente ruso, con uniformes de la Wehrmacht, pero al mando del general Agustín Muñoz Grandes. El Nombre de la división se debe a la negativa por parte de los falangistas de sustituir sus habituales camisas azules, por las del ejército alemán, lo que acabó influyendo en que otros voluntarios, como los aviadores de la 15. Spanische Staffelp, que combatieron integrados en la Luftwaffe en el mismo frente, y que estuvieron a las órdenes de un viejo conocido, el antiguo jefe de la Legión Cóndor, Wolfram von Richthofen, hayan pasado a la historia como "La Escuadrilla Azul".
Desde su llegada a Leningrado, las numerosas bajas tanto por muertos como por heridos de la División Azul, hicieron que los españoles que fueran enviados al frente en sustitución de estos alcanzaran la cifra de 46000 voluntarios, hasta el 10 de Octubre de 1943, cuando Franco, tras la derrota de Stalingrado, ordenó una repatriación escalonada para los supervivientes.
Mientras tanto, en el lado vencedor, en otro ejemplo de la parte menos conocida de la participación española en la Segunda Guerra Mundial, aquellos niños y adultos exiliados de la Guerra Civil en la URSS, y supervivientes del sitio de Leningrado, celebraban tanto la victoria, como el seguir vivos. Fueron voluntarios como sus compatriotas del bando contrario, y se alistaron para vencer a Hitler y el nazismo. Al principio, su ofrecimiento, fue desestimado porque Stalin consideraba más valiosa su participación en el triunfo del socialismo en España, que su papel en aquella guerra. Pero su persistencia hizo que fueran aceptados en 1941. En Leningrado los voluntarios españoles colaboraron cavando trincheras y construyendo defensas que resultaron decisivos en provocar el sitio por parte de los alemanes y facilitar la resistencia del ejército rojo. Un sitio que duró 28 meses, con la escalofriante cifra de 10000 personas fallecidas diariamente de hambre, y un abrumadora cifra total de un millón de victimas solo de inanición. Cuando se suman los muertos durante el asalto a la ciudad, a las bajas soviéticas se suman más de un millón de personas más, entre ellos Rubén Ruiz Ubárruri el hijo de la Pasionaria, el primer español en ser nombrado Héroe de la Unión Soviética. El ejército Alemán, por su parte sufrió la no menos grotesca pérdida de 800000 personas.
Entre los anónimos héroes de esta contienda esta la 4ª Compañía del Primer Regimiento de Tiradores, formado íntegramente por 125 españoles, que defendieron el Kremlin, la Plaza Roja y sus proximidades. En una nueva demostración de que la Guerra Civil Española no quería llegar a su fin, en Moscú, los primeros 16 pilotos españoles adiestrados por el ejército ruso, se enfrentaban a esa Luftwaffe, en la que se encontraban los miembros de la Escuadrilla Azul. Sin saberlo, es posible que algunos españoles más, hubieran dado en acabar mutuamente con sus vidas.
Sea así o no, lo cierto es que el papel en la Segunda Guerra mundial de algunos de los miembros de la División Azul, no acabo en tierras rusas.
Cerca de 3000 de los supervivientes, al mando del Coronel Antonio García Navarro, constituyeron la "Legión Azul", que negándose a regresar a España, tuvo un papel principal en la retirada del ejército alemán, por lo que Navarro y algunos de sus legionarios recibieron la Cruz de Hierro.
La historia de la "participación" de España en el conflicto, acaba el 11 de Febrero de 1944, cuando Franco ordena disolver la Legión, y se ratifica 19 días después, cuando se advirtió a quienes prestasen ayuda a gobiernos en guerra, con la perdida de la nacionalidad. Aún así, muchos de aquellos legionarios prefirieron ignorar la amenaza, y siguieron luchando junto a los alemanes, e incluso algunos de ellos estuvieron presentes en la defensa de Berlín.
Hay otros mucho héroes españoles a lo largo del conflicto, lucharon en Noruega, en la defensa de ese gran invento llamado la Línea Maginot, facilitaron la retirada del ejército inglés de Francia, también en la posterior contraofensiva rusa, y en la toma de Berlín, y merecerían una mayor descripción, pero sirva esta mención para todos y cada uno de ellos. Querría hacer hincapié en la participación española en la popular resistencia francesa, tanto en suelo francés, como en su papel de guías que transportaban material, información o personas a través de los pirineos. Entre ellos destaca Francisco Ponzán, profesor de literatura que, hasta su fusilamiento el 17 de agosto de 1944, salvó la vida a más de 1500 personas.
En cuanto a mis preferencias, para quién haya leído mis otras entradas, es evidente la debilidad que siento por las iniciativas individuales, y esta vez no iba a ser menos. En este caso mi espía preferido, es Juan Pujol "Garbo", uno de esos personajes maravillosos que de vez en cuando surgen en este país.
También podría hablar de la "Red Álava", un grupo de espías que el Gobierno Vasco en el exilio, ofreció al FBI y a la OSS (la antigua CIA), y que estos no dudaron en aceptar, dado su grado de efectividad. O podría perder mi tiempo en escribir sobre la "Red Tô", creada por el James Bond español, Ángel Alcázar de Velasco, por encargo de Franco, a petición del gobierno Japonés. Que a los americanos les llevo casi tanto descubrir como aprender su nombre, y que ni llegaron a considerar un peligro por su pésimo funcionamiento.
Pero nadie en este conflicto llego a tanto como lo hizo "Garbo". Joan Pujol García, nació en Barcelona, y junto a su esposa, Araceli González Carballo, nacida en Lugo, se convirtió en la única persona condecorada con la Cruz de Hierro, en ser nombrado Miembro del Imperio Británico, y alcanzar el máximo grado como espía en ambas organizaciones. El cómo lo logró "Arabel", nombre en clave que recibía de los alemanes, es una de esas historias que bien podría firmar Rafael Azcona y Luis García Berlanga, o hasta el mismísimo Francisco Ibáñez.
Joan Pujol, que sentía igual desprecio por el III Reich, que por la Unión Soviética, después de la Guerra Civil, decidió colaborar con los británicos para acabar con la guerra. Fue su mujer, Araceli, la que se puso en contacto con los ingleses, que rechazaron su proposición. Tras el revés, se puso en contacto con los alemanes, que si estuvieron de acuerdo con su propuesta de trabajar como doble espía para ellos. Y así creó una red de espías falsa, y comenzó a ganarse la confianza de estos. Vigilado por el MI5,si que este lo supiera, se puso en contacto con ellos para proponerles de nuevo la colaboración. Esta vez a los británicos si les pareció interesante, y dio comienzo uno de los mayores disparates de la inteligencia alemana.
Fingía estar en Inglaterra, cuando en realidad estaba en Portugal, y las exhaustivas tareas de espionaje que llevaba a cabo eran visitar bibliotecas y ver noticiarios de cine. Al parecer, a los alemanes todo aquello les debía parecer de lo más interesante, ya que pagaban generosamente los gastos de viaje por toda Gran Bretaña que llevaba a cabo "Arabel", que recurría a una guía de ferrocarriles, para saber el precio de los billetes.
Finalmente no le quedó más remedio que viajar a Londres. Allí amplió su red de agentes ficticios hasta llegar a 22, por lo cual el gobierno alemán le pagaba grandes sumas de dinero para su mantenimiento. Lo complicado era "coordinar a tantos agentes", sin que un conflicto entre las informaciones restara credibilidad a la red de espías. En una ocasión, ante las dudas expresadas por la inteligencia alemana sobre el retraso en una comunicación sobre un movimiento naval, les informó de la repentina enfermedad de su agente en Liverpool, que no pudo informar sobre ello. Para dar mayor credibilidad al asunto, informó de la muerte del agente, y hasta publicó una esquela en el periódico, tras lo cual la Abwehr, le concedió una pensión a la viuda.
Los mensajes que el servicio de inteligencia británico, ordenaba a "Garbo" que filtrara a los alemanes eran una mezcla de invenciones y realidad, en cuyo caso se retrasaba la comunicación para que los perjuicios no fueran demasiado grandes, o cambiando el matasellos por uno anterior, y así culpar al servicio de correos de la tardanza.
El trabajo de desinformación de "Garbo", formaba parte de la Operación Fortitude, que convenció a Hitler de que la invasión aliada sería en Calais y no en Normandía. Era tal la confianza en sus informaciones que Hitler, hasta que fue demasiado tarde, pensó que el primer ataque era solo una distracción.
Los británicos eligieron el nombre de "Garbo" por la actriz, pero viendo la facilidad con la que los alemanes se prestaron al engaño del espía,cualquiera diría que creyeran que era la mismísma estrella sueca.

8 comentarios:

  1. Gracias por recordar.

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  2. Gracias a tí por leerlo y por el comentario.

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  3. Muchas gracias por tu comentario Mar. Esperemos que puedas decir lo mismo del resto.

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  4. Hola,
    El primer blindado en entrar en Paris( los alemanes aun sin rendirse) fue el Guadalajara y el resto de los "españoles" siguieron. Fue orden de Leclerc para recompensar valía de los republicanos.
    Saludos

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  5. Gracias por la puntualización del orden de entrada, lo cual desconocía. Sobre el tema de la rendición y resistencia, creía que estaba más o menos clara, y trate de no ahondar más en ello por tratar de resumir un poco el texto (ya que mis críticos se suelen cebar en la longitud de mis entradas), pero gracias de nuevo por el interés en detallarlo más. Sobre la orden de Leclerc, tenía entendido que el se lo había sugerido a De Gaulle, como recompensa a los españoles que estaban a su mando. Sea como fuera, fue un bonito gesto hacia ellos. Un saludo y gracias por tus apuntes.

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  6. cojonudo gora la republica la pena k psoe pce ya no loson son todos de derechas y se han abandonado al amo ya me entemdeis gora euskalerria

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  7. El de gota euskalerria es un sin vergüenza que no merece llevar sangre española por sus venas. Izquierdas y derechas se enfrentaron en su momento por el bien de España, confrontación que nunca se debía haber producido. La gente como tu que defiende euskalerria no entiende de derechas ni izquierdas, solo de traición y asesinatos y ya os tocará el turno de caer uno por uno, la izda y la dcha española acabaran con los asesinos que matan por defender algo que nunca ha existido, que solo es un invento de alguien que nunca tenía que haber nacido

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